…"El método del I Ching, en verdad, toma en consideración la oculta calidad individual de cosas y hombres, así como también de nuestra propia cualidad del inconsciente.
Interrogué al I Ching como se interroga a una persona a la que nos disponemos a presentar a nuestros amigos, preguntando si esta aparición resultará agradable o no.
En respuesta, el I Ching me habla de su significación religiosa, del hecho de que en la actualidad se lo desconoce y se lo mal juzga.
De su esperanza de que se lo restituya a un puesto de honor, esto último obviamente, posando una mirada de reojo a mi aún no escrito prólogo; y sobre todo a la versión inglesa del I´Ching.
Ésta parece ser una reacción perfectamente comprensible, tal como la que podría esperarse también de una persona en situación similar..
Percibamos el relato…
La primera línea del hexagrama.
Significa que:
Un caldero cabeza abajo no se halla en uso.
Por lo tanto el I Ching indica que a un caldero boca abajo, es necesario darlo vuelta sirve para eliminar lo estancado, como lo expresa la línea.
Del mismo modo que un hombre toma una concubina cuando su mujer no tiene un hijo, así se recurre al I Ching cuando no se entrevé otra salida.
Pese al status cuasi legal de la concubina entre los chinos, en realidad tal institución no constituye más que un recurso poco elevado.
Y así también el procedimiento mágico del oráculo es un expediente que puede utilizarse para fines elevados.
No hay tacha, pero se trata de un recurso excepcional.
Pensemos sobre el relato…
…"De acuerdo con la manera en que estaba construida mi pregunta, debe entenderse el texto del hexagrama como si el I Ching mismo fuese la persona que habla.
De modo que se describe a sí mismo como un caldero, es decir, una vasija ritual que contiene comida cocida.
Aquí la comida debe entenderse como alimento espiritual.
El caldero, como utensilio perteneciente a una civilización refinada, sugiere el cuidado y la alimentación de hombres capaces, lo que redundaba en beneficio del Estado…
Vemos aquí a la cultura en el punto en que alcanza su cumbre en la religión.
El caldero sirve para ofrendar el sacrificio a Dios….
La suprema revelación de Dios aparece en los profetas y en los santos. Venerarlos, es auténtica veneración de Dios. La voluntad de Dios, tal como se revela a través de ellos, debe ser aceptada con humildad..
Interpretemos el relato…
Conforme a la antigua tradición, se trata de "agentes espirituales" que actuando de un modo misterioso.
Y hacen que los tallos de milenrama den una respuesta significativa, a la pregunta del consultante.
Estas etereas presencias constituyen, por así decirlo, el alma viviente del libro.
Transformándolo así, en una suerte de ente animado, y en consecuencia la tradición llega a afirmar sin más que uno puede hacerle preguntas al I Ching y aguardar respuestas inteligentes.
Se me ocurrió, por lo tanto, que al lector no iniciado podría interesarle ver al I Ching operando.
Con ese propósito realicé un experimento acorde con la concepción china: en cierto modo personifiqué al libro.
Solicitando su criterio sobre su situación actual, o sea sobre mi intención de realizar un prólogo para presentarlo a la mentalidad de Occidente..
Descifremos el relato…
Para su creador, el hexagrama era el exponente del momento en que se lo obtenía, más aún de lo que podrían serlo las horas señaladas por el reloj en ese segundo; o las divisiones del calendario.
Por cuanto se entendía que el hexagrama era un indicador de la situación esencial que prevalecía en el minuto en que se originaba.
Este supuesto implica cierto curioso principio al que he denominado sincronicidad, un concepto que configura un punto de vista diametralmente opuesto al de causalidad.
Dado que la causalidad es una verdad meramente estadística y no absoluta, que es una suerte de hipótesis de trabajo acerca de la forma en que los hechos se desarrollan uno a partir de otro.
En tanto que la sincronicidad considera que la coincidencia de los hechos en el espacio y en el tiempo significa algo más que el mero azar.
Deduzcamos de este relato…
Comienza el PREFACIO de Carl Jung sobre el I´Ching; agregando textualmente:
…"Se me brinda así, además, una grata oportunidad para rendir homenaje una vez más a la memoria de mi desaparecido amigo Richard Wilhelm.
Él mismo tenía honda consciencia de la importancia cultural de su traducción del I Ching, versión sin igual en Occidente.
Si el significado del Libro de las Mutaciones fuese fácil de aprehender, la obra no requeriría de ningún prólogo.
Pero sin lugar a dudas no es este el caso, ya que hay tantas cosas que se presentan oscuras en torno de él, que los estudiosos occidentales tendieron a desecharlo.
Considerándolo un conjunto de "fórmulas mágicas" o bien demasiado abstrusas como para ser inteligibles, o bien carentes de todo valor.
La traducción de Legge del I Ching, única versión disponible hasta ahora en inglés, contribuyó poco para hacer accesible la obra a la mentalidad occidental.
Wilhelm, en cambio, hizo el máximo esfuerzo para allanar el camino hacia la comprensión del texto..
Conozcamos el relato…
Mai-Mai Sze parece haber arribado al conocimiento I Ching en profundidad bastante tarde.
Una nota en la página del título de su copia del conjunto de dos volúmenes del I Ching de los autores : Baynes-Wilhelm rezaba "notes + Chin", texto ".
Más de una década después de la publicación del Tao de la pintura.
Sze estudió el I Ching tan de cerca como estudió otros clásicos de la filosofía china como:
No obstante se informa que su copia de la traducción de un volumen de Baynes-Wilhelm ahora se perdió, dejando un gran vacío en el registro de su interacción con este libro.
Sin embargo, dejó notas en las otras traducciones que poseía, así como en sus copias de fuentes secundarias sobre el I Ching en inglés..
Comentemos el relato…
Uno de los mayores especialistas occidentales en el I´Ching fue el misionero y sinólogo alemán Richard Wilhelm, quien publicó una versión del libro en 1923.
Una nueva versión, publicada en 1948, llevaba un prólogo del psiquiatra suizo Carl Jung, autor de la teoría del inconsciente colectivo.
¿QUÉ ES el I Ching?
Fue el título de la reciente revisión de Eliot Weinberger de dos nuevas traducciones del I Ching.
Es una excelente pregunta, y en su revisión, resume de manera experta la historia del texto, desde sus misteriosos orígenes en el siglo XVII a. C. hasta su introducción al público europeo en el siglo XVIII.
Continuando en la cima de la popularidad del libro en Occidente en mediados del siglo XX.
Como él resume, el I Ching significaba muchas cosas diferentes para muchas personas diferentes, particularmente en Occidente.
Conozcamos el relato…
Recurriendo a Leibniz, los escritores chinos ofrecieron paralelos entre el I Ching y temas como el álgebra lineal y la lógica en ciencias de la computación.
Con el objetivo de demostrar que la antigua cosmología china había anticipado los descubrimientos occidentales.
El sinólogo Joseph Needham adoptó la postura opuesta, argumentando que el I Ching en realidad había impedido el desarrollo científico al incorporar todo el conocimiento físico en su metafísica.
El psicólogo Carl Jung se interesó por la posible naturaleza universal de las imágenes del I Ching , e introdujo una influyente traducción al alemán de Richard Wilhelm al discutir sus teorías sobre los arquetipos y la sincronicidad.
Oigamos el relato…
Al igual que el taoísmo y el confucianismo se codificaron a partir de conceptos que ya existían desde hace mucho tiempo, incluso en el I Ching.
Sin embargo, cuando uno estudia el pensamiento taoísta, primero se dirige al Dao De Jing y en el pensamiento confuciano a las obras de Confucio.
Las obras centrales de las dos tradiciones filosóficas generalmente se enseñan primero y luego, para una comprensión adicional, uno puede estudiar obras como el I Ching.
Si bien es fundamental para el desarrollo histórico de ambos y definitivamente útil para profundizar la comprensión de los mismos.
No es necesario estudiarlo para comprender la parte principal del pensamiento taoísta o confuciano.
Cualquiera que haya leído el I Ching sabe que la mayor parte de él, ciertamente es filosóficamente rico.
Aunque está tan fragmentado como uno no esperaría de un trabajo que está destinado principalmente como una guía de adivinación..
Conozcamos el relato…
Fue protagonizada por unos diagrama de los hexagramas de I Ching enviados a Gottfried Wilhelm Leibniz de parte de Joachim Bouvet.
Una revelación acerca de los chinos que particularmente llamó interesó a Leibniz llegó en 1700 cuando el jesuita Joachim Bouvet atrajo a la atención de Leibniz enviándole antiguos diagramas chinos que representaban lo que parecía ser una filosofía perdida vital.
Estos fueron los hexagramas de I Ching que incluían líneas continuas y discontinuas con progresos en una secuencia que era inconfundiblemente binaria.
De hecho, Leibniz había estado desarrollando dicho sistema después de que expresó un gran interés en las bases de números no decimales un tiempo antes..
Meditemos sobre el relato…